Parte 1
Yo quería que defendieras nuestro amor,
como el pueblo peleó por la patria en Monimbó.
Pero con la tristeza de mi alma,
tu no peleaste ni por tu calma.
Y es que esta es tu triste realidad:
Tu no luchas por lo que amas
o no tienes por qué luchar,
porque no conoces lo que es amar.
Parte 2
Ven y lléname de esos besos tuyos,
tan vandálicos, tan revolucionarios.
Ven y háblame de lo que quieras al oído,
pero al derecho, cariño mío.
Ven y embálsame los ojos
con el calor de esos labios tuyos, minúsculos.
Y chúpame de los labios esta sed tan vandálica
de llenarme de ti cada vez que te veo…
y haz una revolución en mi boca.