Hace un año y una semana, estaba iniciando el proyecto de «Garabateannedo» y publicaba con mucha ilusión, los primeros posts del blog. Lo que ustedes no saben es que esta idea la tenía guardada desde hace un buen tiempo atrás, pero no me había atrevido a ejecutarla.
Analizando por qué me tomó tanto tiempo decidirme a hacer realidad mi proyecto, me di cuenta que la respuesta realmente era una excusa bastante vergonzosa, lo confieso. No obstante, me atrevo a compartírselas porque estoy segura que más de alguna persona resonará con ella.
El motivo por el cual me tardé en iniciar el blog, y luego de iniciado, retomarlo en varias ocasiones fue por miedo a fracasar. —Léanlo de nuevo.
Mi propio proyecto, el que yo misma estaba liderando y delimitando, me daba miedo. Y todo por una necesidad absurda de perfeccionismo -ilógico e irreal- y la obligación (auto impuesta) de pensar que tenía que tener todo listo y planeado 100% inclusive antes de iniciar: desde definir los alcances o las temáticas del blog, elegir un nicho fijo, inventar un logo, elegir los colores (y tener presente la psicología detrás de ellos), seleccionar el theme de wordpress “ideal”, hasta fijar la tipografía para los posts y para los artes (y un sin fin de detallitos más) sin darme la oportunidad de poderlo cambiar o ajustar en el camino… Increíble, ¿No?
Con el paso del tiempo, y mucha introspección, me he dado cuenta que mi mayor obstáculo siempre he sido yo misma. Estaba siendo completamente inflexible y exigente con lo que deseaba hacer, tanto que -inevitablemente- estaba impidiendo que todo fluyera. Así fuera con errores, así fuera con un rumbo distinto de lo que terminaría siendo, pero fluyera.
La moraleja de esto es que: no importa que tan preparado crees que estás, nunca estarás 100% listo para todo lo que viene; y si no decides empezar, jamás descubrirás qué es todo eso que tenía que venir.
Si comparo Garabateannedo del 2021 vs el que viene en 2022, me doy cuenta que:
- Sigo siendo una overthinker, aunque irónicamente, un poquito menos que antes: ahora actúo más de lo que pienso.
- Tengo muchas cosas más que escribir, muchos más pensamientos que garabatear, muchas más ideas que cuestionar, reflexionar y debatir.
- Tengo menos miedo de expresarme, y estoy intentando dejar atrás esa necesidad que todo “esté perfecto”, porque seamos sinceros: nunca lo será.
- Hemos formado una linda familia de overthinkers, que se extiende más allá de las personas que conozco en el offline. Y eso me llena de extrema felicidad (mi agradecimiento total con cada uno de ustedes por leerme).
- Este sigue siendo su espacio, su opinión y comentarios son invaluables para mí, así que cuando lo deseen, soy toda ojos/oídos para ustedes.
- Aún no tengo todo resuelto, pero al menos estoy intentando encontrar el rumbo; e inclusive, aprendiendo a dejarme llevar por la corriente.
Y aunque la realidad es que Garabateannedo está en proceso de evolución constante, y no pueda prometerles siempre un post semanal, hay algo con lo que si me comprometo de ahora en adelante y pueden tener por seguro: lo que viene, sea lo que sea, viene desde lo más profundo de mi corazón. Con todo mi amor, para ustedes.
Gracias por estar aquí y por todos los que vienen; por más garabatos juntos. Y gracias querida Dayana, porque de no ser por tu incondicional amistad y apoyo, este primer aniversario se me hubiera olvidado totalmente.
Overthinking out loud,
Anne